El uso actual de pantallas es objetivamente abusivo entre menores. En España, uno de cada tres menores de entre 11 y 17 años hace un uso problemático de Internet y de las redes, cuyos síntomas son los mismos que lo que de cualquier adicción (pérdida de control y dependencia). De nosotros, los adultos de referencia, depende, en gran medida, la relación que nuestros hijos tengan con las pantallas… y los recuerdos que de estas fechas se lleven a su memoria. Desconectar de las pantallas en Navidad es algo a lo que debemos aspirar.
Párate y piensa qué es aquello que recuerdas de la Navidad cuando eras niño.
Nada de lo que recordarán nuestros hijos en unos años está hoy dentro de un móvil o tablet.
Si tiramos con frecuencia de pantallas en estas fechas, mal asunto. Porque probablemente sea la época en que más planes se organicen en todas partes y porque, casi con total seguridad, sean las fechas con más reuniones familiares que tengamos.
Te dejo algunas recomendaciones para una Navidad sin pantallas, para que conectes con tus hijos y con las personas que tienes cerca y que de verdad son lo importante siempre:
- Usa el botón off: nos hemos acostumbrado a estar conectados constantemente olvidando que antes existía el botón off, ese que apagaba totalmente aquellos que habías encendido. Dale al botón off sin miedo en las reuniones familiares.
- Entérate de los numerosos planes que hay que esta época y pasea por tu ciudad o pueblo. Apúntate con tus hijos a todo aquello que pueda ser entretenido.
- ¡Sigue moviéndote o hazlo si no lo haces habitualmente!: vuelve a subirte a unos patines o a la bici, aprovecha todos esos días festivos en los que no tengas compromisos familiares para salir a la naturaleza y moverte… Bien sabrás que el deporte, la naturaleza… nos aleja de las pantallas y mejora nuestro estado de ánimo.
- Juega mucho: seguro que recordarás con cariño las partidas que jugabas por estas fechas con tus primos, abuelos, tíos… de bingo, parchís o cualquier otro juego de mesa. Pues ya sabes: el juego con tus hijos es una forma de conectar como no hay otra igual.
Lo que recuerden nuestros hijos no está en TikTok, ni en un videojuego ni en Instagram.
Los recuerdos, aquello que perdura en la mente, son aquellos que tienen que ver con cosas que no sólo ves como un espectador pasivo. Tienen que ver con aquellas cosas que vives, en primera persona, las que van a asociadas a emociones y sensaciones. Y eso, insisto, queda ahí porque lo vives tú. Así que decide cuáles quieres que sean los recuerdos de tus hijos.