La soledad de los jóvenes, esa es la epidemia

La soledad de los jóvenes, esa es la epidemia

No bastaba con que algunos estudios ya nos dijeran que aquellos que más usan las nuevas tecnologías y redes sociales son los que más aislados se sienten. Resulta que nos lo dijeron ellos mismos hace un par de años, en el estudio más amplio que se ha hecho en España sobre menores y el impacto de la tecnología elaborado por Unicef, donde casi el 50% respondían que estaban en Internet y redes para no sentirse solos. Esto es grave. Porque no están ahí porque les parezca entretenido y, sí, haya un componente adictivo en muchas aplicaciones. Están ahí porque no saben qué hacer si no están ahí. Porque están solos.

Ahora, un reciente estudio elaborado por la Fundación ONCE junto a Ayuda en Acción, nos cuenta que uno de cada cuatro jóvenes de 16 a 29 años declara sentirse solos. Resulta que la calidad de las relaciones es un factor relevante para explicar la soledad juvenil. ¡Vaya! No se podía intuir que relacionarse y comunicarse fundamentalmente a través de pantallas iba a tener semejante consecuencia (ironía modo on). Pues oye, lógico.

Gran parte de los jóvenes consideran que tener demasiadas relaciones online con otras personas es un factor que influye considerablemente en la soledad no deseada, así como estar demasiadas veces pendiente de las redes sociales. Vamos, ellos lo saben, no son tontos. Pero están perdidos, en un mundo cada vez más conectado online y más desconectado del entorno cercano, de las personas que nos rodean… Un mundo cada vez más alejado del sentido común y de escuchar y atender a nuestro cuerpo.

La realidad es que, aunque las redes e Internet no sean en este estudio la causa que determine el aislamiento, sí nos dice algo muy claro: las redes e Internet han contribuido a perder la presencialidad que resulta necesaria para no sentirse solos. Y es que la realidad es la que es. Una pantalla nunca sustituirá a una conversación cara a cara, nunca se podrá sentir a través de ellas un abrazo, ni una caricia, ni siquiera se intuye una mirada. 

Cursos de tecnología para padres: debemos aprender sobre educación digital.

Cursos de tecnología para padres: debemos aprender sobre educación digital.

En un entorno en el que la tecnología aparece en tantos aspectos de nuestra vida cotidiana, es esencial que los padres tengamos conocimientos y habilidades necesarias para este reto del mundo digital. Los cursos de tecnología para padres no sólo ofrecen esta enseñanza, sino que también tratan de ayudar a fortalecer el vínculo familiar a través de un entendimiento común y compartido de las herramientas digitales. Es el caso de nuestro curso desConéctales, que va más allá de hablar de los peligros actuales que nos encontramos con las pantallas, aportando herramientas de prevención y enfatizando en la idea de que este uso desmedido de pantallas oculta ciertos vacíos.
En este artículo os contaremos los diferentes cursos de tecnología disponibles, explicamos qué es un curso TIC y hablaremos del significado de la educación digital y tecnología en familia.


¿Qué Cursos de Tecnología Hay?


Los cursos de tecnología para padres varían tanto en contenido como formato en función de las necesidades de las familias. Unos están centrados en unos temas y otros cursos lo hacen en otros aspectos. En desConéctales nos centramos en un uso saludable de las tecnologías en familia, desde los usos habituales que dan los menores a las pantallas, como los peligros que se encuentran, pasando por la prevención. Hoy en día, algunos de los más comunes que encontrarás se dividen en:

  1. Alfabetización digital básica: en los que se enseñan habilidades fundamentales como el uso de ordenadores, navegación en Internet, manejo de correo electrónico…
  2. Seguridad en Internet y privacidad: cursos centrados en cómo proteger la información personal en el entorno online.
  3. Uso de redes sociales y herramientas de comunicación: cursos que explican cómo utilizar plataformas sociales y aplicaciones de comunicación de manera segura y efectiva.
  4. Control parental y herramientas de monitoreo: Enseñan a configurar y utilizar herramientas de control parental.
  5. Tecnologías emergentes: cursos que ofrecen una visión general de las nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial, internet de las cosas (IoT), entre otras.

¿Qué es un curso TIC?


TIC significa Tecnologías de la Información y la Comunicación. Un curso TIC generalmente abarca una amplia gama de temas relacionados con la informática, las telecomunicaciones y la transmisión de información. Estos cursos están diseñados para proporcionar conocimientos sobre cómo se procesa, almacena y comparte la información digital. Para los padres, un curso TIC puede ser una manera de mantenerse al día con las tecnologías que sus hijos están usando pero se centra en aspectos más técnicos que humanos.

¿Qué significa Tecnología en Familia?


«Tecnología en familia» se refiere al uso de la tecnología de manera que tenga beneficios para todos los miembros de la familia y que su uso fomente la conexión y el aprendizaje conjunto. Esto implica:

  1. Uso compartido y colaborativo: Utilizar la tecnología para realizar actividades en conjunto, como juegos, proyectos de aprendizaje o ver películas. Es importante tener en cuenta que este uso conjunto evita algunos de los riesgos de hoy en día, como la exposición a contenidos inapropiados.
  2. Comunicación y conexión: Es decir, utilizar las tecnologías para mantenerse en contacto con familiares que están lejos a través de videollamadas.
  3. Educación: el uso de tecnología para aprovechar algunos recursos en línea para el aprendizaje, aunque siempre priorizando la educación cara a cara y de exploración del entorno.
  4. Seguridad y responsabilidad: es muy importante enseñar prácticas seguras en línea, incluyendo la importancia de la privacidad y el respeto por los demás.

Conclusión: Los cursos de tecnología para padres son una herramienta práctica y muy importante en la educación digital de toda la familia. Proporcionan conocimientos necesarios para poder guiar a nuestros hijos de manera efectiva en el uso de la tecnología, promoviendo una educación digital segura. Cuando invertimos tiempo en aprender sobre tecnología, los padres mejoramos nuestras competencias digitales, nos convertimos en modelos para nuestros hijos y estamos informados de lo que hay en el mundo online.

Educación Tecnológica para Padres: Navegar en la era digital conocimiento y seguridad

Educación Tecnológica para Padres: Navegar en la era digital conocimiento y seguridad

En un mundo cada vez más hiperconectado por la tecnología y en el que todo avanza tan
rápidamente, los padres no podemos quedarnos a atrás en cuanto a conocimientos en el
entorno digital. Necesitamos educar a nuestros hijos en tecnología. Y eso pasa porque las
familias nos impliquemos y conozcamos lo que hay. Pasa porque la tecnología sea una
herramienta que aporte cosas positivas en algunos aspectos de la vida, manteniendo a salvo la
vida fuera de las pantallas y las relaciones personales con el entorno cercano. Los padres de
hoy nos enfrentamos al desafío de guiar a nuestros hijos en el entorno digital, que está en
constante evolución. Aquí vamos a responder a algunas de las preguntas más frecuentes que
los padres suelen tener en relación a un buen uso de la tecnología en el ámbito familiar.
¿Cómo Hacer un Buen Uso de la Tecnología en el Ámbito Familiar?

Un buen uso de la tecnología en nuestras casas empieza con el ejemplo; a mí me gusta
llamarlo coherencia. Los padres debemos ser modelos en los que nuestros hijos vean un uso
responsable de los dispositivos. No tiene sentido que pidamos algunas cosas a nuestros hijos si
no ven en nosotros conductas responsables y acordes a lo que decimos. Una educación
responsable en tecnología también implica poner normas y establecer límites, para que
nuestros hijos sepan qué cosas sí pueden y qué cosas no deben hacer. El bueno uso de la
tecnología también pasa por elegir contenidos adecuados a cada edad y mantener un
equilibrio entre la vida online y la vida real, donde la vida de verdad tenga mayor presencia y
donde sea prioritario el tiempo y las relaciones con nuestro entorno. Todo esto supone
implicación de los adultos, que debemos tener una comunicación abierta con nuestros hijos
para tratar cualquier tema, hablarles de los riesgos que conlleva el mundo online y darle
importancia a otras alternativas de ocio que no tengan que ver con las tecnologías,
favoreciendo las actividades al aire libre o relacionadas con el deporte, que nos ayudan a estar
más felices.

¿Cómo debemos los padres ayudar a nuestros hijos a un uso responsable de las tecnologías?
Los que hoy somos padres no tuvimos el acceso a la tecnología tan temprano ni tan abrumador
como el que tienen hoy nuestros hijos. Por eso, nos sentimos un poco agobiados al ver que nos
falta educación en tecnología. Poco a poco, vamos conociendo los riesgos que implica el uso
abusivo y normalizado que hoy los menores están haciendo de las pantallas. Por eso, es muy
importante:

  1. Conocer el entorno digital: estar al tanto de las plataformas, aplicaciones y webs que
    usan los menores habitualmente para orientarles en su uso y saber si son adecuadas
    para ellos.
  2. Respetar las edades tempranas lejos de las pantallas, tal y como recomiendan las
    sociedades médicas y científicas.
  3. Poner horarios para el uso de las tecnologías, respetando, según la edad de nuestros
    hijos, las recomendaciones de uso diario de las sociedades médicas, así como reservar
    espacios en los que no se usen las pantallas.
  4. Fomentar un uso práctico y creativo, no de consumo constante o espectador pasivo,
    animando a nuestros hijos a utilizar la tecnología para crear o aprender y evitando su
    uso indiscriminado.
  5. Hablar de la seguridad y de contenidos acordes a su edad.
  6. Recordarles la importancia del respeto a través de Internet, recalcando que se insulta
    acosa o se envía información, vídeos o imágenes que puedan ser dañinos.

¿Cómo debe ser una buena educación tecnológica?
La educación en tecnología va mucho más allá de saber utilizar las aplicaciones y plataformas.
De hecho, la mayoría son muy fáciles de usar y están pensadas para ello, para que pasar
mucho tiempo en ellas y que cualquier persona pueda usarlas con facilidad. La educación en
tecnología debe basarse en utilizar esa tecnología de una forma ética y práctica. Estos puntos
son importantes para saber que estamos ante una buena educación tecnológica:

  1. Comprender y utilizar de forma eficaz las tecnologías.
  2. Estar en el mundo online de manera responsable y segura.
  3. Tener pensamiento crítico con respecto a los contenidos que ven en las distintas
    plataformas y webs.
  4. Utilizar la tecnología para
  5. Conocer cómo funcionan las aplicaciones.

Resumen
La educación tecnológica es innegociable hoy en día y es fundamental para las familias. No es
sólo estar al día en lo que usan los menores, que sí es importante, sino también entender que
la tecnología debe tener un uso que aporte valor a nuestras vidas y que no reste ni nos aísle.
De nada sirve estar conectado en el mundo online si estamos desconectados de nosotros
mismos y de nuestro entorno cercano. El equilibrio es fundamental y nuestro fin es que,
cuando accedan a la tecnología, los menores no sean sólo consumidores de tecnología sino
creadores con sentido crítico.

¿Causan depresión las redes sociales?

¿Causan depresión las redes sociales?

Hace poco, un estudio reciente revelaba que los jóvenes que utilizan más las redes sociales son más propensos a la depresión, según investigadores de la Facultad de Salud Pública y Ciencias Humanas de la Universidad Estatal de Oregón y la Universidad de Alabama. No hay aún evidencia de que haya una relación directa entre depresión y uso de redes sociales pero sí sabemos que:

«los individuos que hacen mal uso de las nuevas tecnologías refieren con mayor frecuencia baja autoestima y bajo autoconcepto, lo cual es un factor de riesgo para caer en una adicción.»

Como sabéis, estudios hay muchos pero es verdad que, a veces, la relación entre una causa y un efecto olvida otras variables. Así, usar las redes sociales más tiempo incrementa tus posibilidades de tener depresión pero es posible que ése no sea el único factor que lo haga.

Según explica Donnato Munno en un trabajo sobre la adicción a Internet:

“Los individuos que hacen mal uso de las nuevas tecnologías refieren con mayor frecuencia haber tenido una infancia triste. Estas vivencias emocionales tempranas predisponen a la baja autoestima y al bajo autoconcepto, ambas características incluidas en el perfil psicosocial de los individuos que presentan dichos comportamientos adictivos”.

Lo que ya es muy evidente es que la depresión entre adolescentes y jóvenes ha aumentado durante la última década y, a la vez, el uso de las redes sociales también ha aumentado durante el mismo tiempo. Es aventurado de momento decir que las redes sociales causan depresión pero sí sabemos que perjudican de varias maneras la salud mental de nuestros hijos.

Escucha el podcast en carmenosorio.com

¿Tienen la culpa META, TikTok o Google?

¿Tienen la culpa META, TikTok o Google?

¿Tienen la culpa META, TikTok o Google de que se hayan disparado los problemas mentales de los adolescentes?

A principios de 2023, los medios de comunicación se hicieron eco de que varios colegios públicos norteamericanos presentaron una demanda acusando a Meta, TikTok, Google y Snapchat de provocar en los jóvenes problemas de salud mental. Argumentan que estas empresas «han conseguido manipular y abusar de los cerebros vulnerables de los jóvenes, enganchando a millones de estudiantes de todo el país a bucles de retroalimentación positiva mediante el uso y abuso de las plataformas de medios sociales de dichas empresas». Lo cierto es que, en los últimos años, se han disparado los casos de suicidios, autolesiones, trastornos de conducta alimentaria, depresión… entre los menores.

La realidad es la que es, no podemos dar la espalda a un problema que nos llegará en forma de tsunami. Cada poco sale un estudio o una investigación que relaciona el uso que los jóvenes están haciendo de internet y de las redes sociales con depresión, ansiedad, insomnio… ¿Lo están usando mal? Sí. Objetivamente, demostrar que la tecnología o que una red social es tóxica per se es complicado. No hay una sustancia nociva, nadie puede decir que tener una cuenta en Facebook o Tik Tok hace daño como lo hace una cajetilla de tabaco. 

Pero es que quizás los cerebros de los menores no están preparados para su uso correcto. Ya nos cuesta a los adultos tener una higiene digital, ¿cómo pedirles a ellos que se auto controlen? Quizás entonces toca plantearse una edad mínima más alta para poder acceder a muchas plataformas y aplicaciones. Y por supuesto, verificar que de verdad se accede a esas edades.

Pero no me gustaría obviar esta reflexión que lleva en mi cabeza mucho tiempo. Pensando que sí, que tarde o temprano habrá que regular el uso de las redes e internet, echar la culpa a otros nos exime a nosotros de nuestra responsabilidad.

¿Por qué digo esto?

Pues porque cuando nos volvemos adictos a algo, no solo es porque ese algo nos produzca felicidad o placer. Cuando nos volvemos adictos a algo es porque estamos tratando de llenar un vacío. Y ahí es donde radica el problema. Nuestros jóvenes están tratando de llenar vacíos. Y son vacíos emocionales. 

Toca hacer una profunda reflexión sobre si la responsabilidad está fundamentalmente en quienes les educamos. Y no hablo de padres y educadores solamente, hablo de una sociedad individualista, focalizada en el placer inmediato, donde no se premia el esfuerzo y sí se premia ser popular… Si viven rodeados de eso, ¿cuántos vacíos tienen?